Entre las muchas cosas que veo en pantallas de celulares ajenos, mientras voy en la micro, hubo una que me llamó la atención y me quedé dándole vueltas un rato porque no me cuadraba.

La persona en cuestión, una mujer, estaba revisando su cuenta de Facebook en su celular y vio una de esas típicas imágenes del tipo “comparte esto para que te pasen cosas buenas”. La imagen mostraba un ángel (del tipo judeocristiano) y el texto decía algo como “comparte al Ángel de la Suerte y tendrás suerte”. Inmediatamente algo no me cuadró.

Primero: hasta donde recuerdo de mi formación de colegio católico, la suerte no es una de las “bendiciones” otorgadas por las figuras sobrenaturales asociadas a esa religión. Puedes pedir toda una serie de virtudes, dones y frutos, pero entre ellas no figura la suerte. Y es natural, la suerte está mucho más relacionada con el azar, lo que normalmente se asocia con juegos de azar, a lo que muchas religiones le fruncen el ceño.

Segundo: si por un momento asumimos que la suerte es algo que le puedes pedir a un ángel, esta se puede comportar de dos formas distintas: existe una cantidad ilimitada de suerte, la que puede ser entregada por el mentado ángel en forma arbitraria, o existe una cantidad finita de suerte, la que puede beneficiar a una cantidad finita de personas en forma simultánea. Los hechos de la realidad parecen apoyar la segunda alternativa, pues la cantidad de gente que gana sorteos, rifas, bingos o eventos similares, donde la suerte es el principal (y único?) factor determinante del ganador.

Tercero: si ignoro por un momento el primer punto, y tomo la conclusión del segundo punto, qué incentivo tengo para disminuir la cantidad de la suerte (finita) que puede repartir el ángel, al compartir la imagen en Facebook? En serio, si creo en el ángel y en la suerte, no debería ocultar dicha imagen para que nadie más la vea y así tener toda la suerte que puede repartir ese ángel para mí?

Claramente el objetivo de la imagen no era ese, y estoy seguro que no había ningún ángel respaldando la oferta, pero aun así, la mujer de la micro apenas vio la imagen la compartió.

 

N. del A.: Contiene chilenismos. Si no entiende alguno, pregunte en los comentarios.

Esta es la verdadera historia del Dios Choripán, contada por su originador (ya recordarás el libro Small Gods de Pratchett en que las creencias dan vida a los dioses):

Corría el año 2009, cuando en los últimos días de Agosto me desvincularon de la empresa donde trabajaba. Además del finiquito, el despido incluía una consultoría de outplacement con la empresa DBM.
Asistí a algunas sesiones en DBM, donde revisamos lo básico como dejar el CV en dos páginas, preparar un discurso de venta de 30 segundos y cosas así. Revisaba semanalmente Artes y Letras y un par de sitios de empleos, pero la época no era la mejor para encontrar pega (Noviembre, Diciembre, y así hasta Marzo).
Convencido de que necesitaba poner a trabajar para mí la energía mental de los demás (a lo Genkidama o acto psicomágico jodoroskiano, el que le caiga menos mal), el día 24 de Diciembre del 2009 ofrecí públicamente en twitter y en facebook lo siguiente:

“#cuandoencuentrepega haré una gran fiesta del choripán a la que estarán todos invitados. así que, a buscar pega.”

Esa fue una promesa hecha a conciencia y con la intención real y veraz de cumplirla. Y esperaba que de esa forma no les fuese indiferente el que yo encontrase pega o no.

El día Viernes 29 de Enero ya tenía trabajo, el que partía el Lunes 1 de Febrero, por lo que ese mismo domingo anuncié (nuevamente en twitter y facebook):

“La celebración choripanística por haber encontrado trabajo será el Viernes 12 de Febrero. Si quiere participar envíeme un mensaje”.

Al día 4 de Febrero habían confirmado solo 5 personas.
El 10 de Febrero volví a publicar:

“La choripanada por haber encontrado trabajo será el Viernes 12 de Febrero. Si quiere participar envíeme un mensaje. Último aviso!”.

Más tarde, el mismo 10:

“Oficialmente se da por cerrada la inscripción para la choripanada en que celebro tener pega. En la noche les mando correo a los inscritos!”.

Si junto los contactos de twitter y facebook de esa fecha, sumaban 594. Solo se inscribieron 8 (menos del 2%).

El día 12, antes del evento publiqué: “Tranquilos todos, que ningún temblor impedirá que se realice la celebración choripanística. Ni maremoto, ni lluvia de meteoritos”. Fui un visionario.

La choripanada se realizó en forma exitosa y los asistentes comieron choripán hasta que se hartaron.

De ahí en adelante, y en vista del éxito obtenido, un grupo cercano de amigos empezó a realizar ofrecimientos similares y con similares resultados. Una cosa llevó a la otra y sin darnos cuenta cómo, se transformó en “el sacrificio al Dios Choripán que me ayudó a encontrar pega”.

Celebración Original

Celebración original al dios Choripán

Ofrenda al dios Choripán

Ofrenda al dios Choripán de otro de sus acólitos

Según el National Institute of Health, la Atresia Pulmonar corresponde a cuando se forma una capa sólida de tejido donde debería estar la abertura de la válvula (cardíaca) y dicha válvula permanece cerrada.

Desgraciadamente mi sobrino (aún por nacer) sufre de Atresia Pulmonar. La sospecha surgió la semana pasada, en control rutinario. Ayer lunes lo confirmaron. Está en el octavo mes de gestación, a unas 4 semanas de término.

De acuerdo a lo indicado por el médico, sólo queda esperar, que el embarazo llegue lo más cercano a 40 semanas posible y después del parto evaluar qué curso de acción seguir. Esto ha sido fuerte para la familia, nadie espera que esto ocurra. Le estamos haciendo frente juntos y así seguiremos.

Les pido que dejen referencias de médicos en Santiago de Chile (si las tienen) que hayan tratado casos similares. De igual modo, testimonios de familias que lo hayan superado también son necesarios.

 

Gracias

 

¿Se imaginan que un banco les pidiese que le regalaran dinero? Y que luego, cuando Uds. necesite se los preste y deban pagárselo.

Exactamente eso es lo que piden los bancos de sangre cuando solicitan donantes voluntarios, tener más sangre disponible para prestar a los pacientes que la necesitan. Y luego exigir el pago en dinero o la reposición de la sangre con nuevos donantes. Es decir, que podrían terminar cobrándome por algo que alguien les regaló.

Supongamos que Ud. es altruista y cree que si los bancos de sangre tienen más sangre se puede ayudar a más gente, y que regularmente va a donar sangre. Imagine entonces que hace un mes donó sangre en forma voluntaria y que justo ahora, un pariente cercano o amigo es hospitalizado y requiere de donantes de sangre. Mientras no pase otro mes más, no podrá donar sangre para esa persona que realmente le importa y la necesita. ¿No se sentiría frustrado?

Distinto es el modelo de la donación de órganos, en el que uno se puede preinscribir para donar y luego el receptor no debe pagar por el órgano, sino que la operación para trasplantarlo.

Hace al menos un par de meses, mientras conversábamos con Filupa acerca de la página web de SINCRO y de posibles mejoras e innovaciones, le sugerí de que tuviese presencia en Twitter. Como Filupa no es muy dado a las redes sociales, me preguntó “¿Y para qué va a estar SINCRO en Twitter?”. Y ahí fue cuando le sugerí que tuviese un bot que realizara tiradas de dados. Buscamos por la web, y no había nada funcional que hiciese lo mismo (sólo por web o por correo electrónico). Definimos nuestros usuarios objetivo: quienes juegan rol por foro, correo, chat o similares y necesitan un notario, o ministro de fe, que realice tiradas de dados en forma neutral. Delineamos un poco los requerimientos y le dimos la partida.

Lo primero fue escoger un lenguaje de programación con el que el programador voluntario (yo) se sintiese cómodo. Eso fue fácil, pues la mayoría de mis proyectos de programación recreativa los hago en java. Luego debíamos encontrar alguna API para Twitter escrita en java (no queríamos reinventar la rueda). Encontramos twitter4j y después de algunos errores de principiantes, teníamos un programa mínimo que lograba conectarse a Twitter con una cuenta de prueba. A eso lo siguió el programa para hacer follow a todos los followers. Y luego el programa que hacía las tiradas de dados.

Ahí fue cuando tuvimos que sentarnos y pensar en la forma en que queríamos que se realizara la interacción entre el usuario final (quien quiere realizar una tirada de dados) y el sistema (que haría la tirada e informaría algo de vuelta). La idea es que para un fin específico, el usuario debiese recordar un set de instrucciones lo más pequeño posible y no un manual de uso de 50 páginas.

La tirada de dados más básica ya tenía una notación ampliamente difundida y aceptada, por lo que fue la primera en ser implementada. Tirar X dados de Y caras, o XdY en notación estándar. Luego vino la composición de tiradas, los bonos, los malus, y varios otros tipos de tiradas asociados a diversos sistemas de juego: World of Darkness, New World of Darkness, Roll and Keep, Fudge, One Roll Engine y algunas otras menos ortodoxas como clima y rumbo.

Hasta el momento, el servicio operaba en modo de prueba, con una cuenta de prueba, en computadores de escritorio o notebooks. Si deseábamos que estuviese en producción necesitaríamos encontrar un lugar dedicado para poder albergar el servicio. Cotizamos algunos servicios de hosting, pero finalmente, gracias a donación de espacio, energía y conectividad, y al préstamo de un Asus Eee PC, no fue necesario desembolsar dinero alguno.

Ha sido un proceso entretenido, gratificante, en el que el trabajo de equipo con Filupa y el esfuerzo invertido, permitieron que el proyecto diese los frutos esperados y llegase a buen término, el servicio operando en Twitter, bajo la cuenta @dadinci.

Anímese y mándele un mensaje a @dadinci, la página de ayuda es esta.

El juego es muy bueno. Hay mucho para explorar, nada que te limite por nivel o cosas así, sólo el encuentro con la muerte es tu retroalimentación.

Lo único que echo de menos es poder saltar. Yendo de Firelink Shrine a Undead Burg, caí por casualidad del muro y no fuí a dar a la muerte, sino que a un área que contenía un ítem que normalmente no se ve, entre los arcos que se ven a la derecha de la imagen (cortesía de Gamespot):

Imagen 01

A la derecha están los arcos que comento.

Recuperé el ítem en cuestión, y cuando intenté volver a la ruta original, me encontré con una separación de unos 50 centímetros, la cual mi personaje no fue capaz de saltar y encontró la muerte en el fondo del barranco.

Filo, no le dí más vueltas y seguí. A recorrer Undead Burg y sus amistosos ocupantes. Todo bien (en general) hasta que llegué a una torre de muchos pisos, donde nuevamente encontré la muerte. Uno de los mensajes de ayuda que aparecen en el suelo me decía algo como “use sorcery”, pero yo soy un guerrero. Quizás estoy mal enfocado en la vida y debí haber sido mago.

Seguiré explorando e informando (y muriendo).

PD: Si alguien tiene interés en que nos juntemos a jugar y tomar turnos para ver como muere uno u otro, no tengo problema. Todo es conversable.

Estoy gratamente impresionado con el juego. No es la típica máquina de moler carne que va destruyendo enemigos como si tuviese sueldo variable. Es un juego en que tu personaje muere, y bastante seguido. A menos que pienses. No es llegar y lanzarse a tontas y a locas contra el primer boss que aparezca o mirar en menos a un par de esqueletos (“son sólo esqueletos”).

Según las críticas especializadas, rescata los niveles de dificultad de la época del SNES. Yo creo que rescata la experiencia de juego de Nethack, ADOM, Angband y algunos otros roguelike antiguos y bien balanceados, pero en tiempo real, no por turnos como los mencionados.

Si estás pensando en comprarlo y partir el juego como si tuvieses una BFG9000, mejor reconsidera tu compra. Si quieres un juego que te recuerde lo bonito que es pensar y planear mientras estás frente a la fogata lamiendo tus heridas, éste es tu juego!

Respecto de la comida tengo que decir que toda la que probé era muy buena y sabrosa. Debo hacer la aclaración, eso sí, que sólo consumí alimentos en locales establecidos. Nada en carritos ni puestos callejeros y mucho menos de los vendedores ambulantes de la playa.

Hay mucha oferta de restaurantes, de variados precios e inspiraciones. Se pueden encontrar pizzas, sushi, arepas, kubbe, hamburguesas y patacones con bastante facilidad. Nosotros tuvimos oportunidad de probar varios, desde algunos más formales (El Santísimo), hasta otros bastante más caseros, pero no por ello menos sabrosos. También probamos la comida del hotel (Regatta) que era buena, sin fuegos artificiales. En general, la recomendación de comer donde Ud. vea a los locales comiendo sigue siendo válida en Cartagena.

Y ya que estamos rondando el tema gastronómico, no puede irse de Colombia sin haber probado su café. En diversas formas, frío o caliente, es una bebida de sabor excepcional. Quedó pendiente para una próxima visita probar el lomo de vacuno preparado con una costra de pimienta y café de grano molido.

Que le sirva de advertencia saber que en la gran mayoría de los locales donde se expenden alimentos ya se incluye un 10% de propina en la cuenta. Dicho porcentaje puede ser modificado o rechazado por el cliente, pero si paga la totalidad de la cuenta, no deje propina extra (a menos que le sobre el dinero).

Lo primero que hay que decir, es que para una persona acalorada como yo, Cartagena lo recibe con una patada en la cara. Una patada de calor y humedad, los cuales de no existir el Aire Acondicionado (AC para los gringos) sería extremadamente agobiante. La temperatura durante el día (y la noche) oscila entre 25 y 30 grados Celsius con un 70% de humedad. Si Ud., por otra parte, es una persona friolenta y/o de presión arterial baja, el clima le resultará placentero.

La gente en Cartagena está compuesta por una mezcla entre descendientes de españoles, de indígenas y negros, además de todas las combinatorias posibles a lo largo de varias generaciones. En general se ven despreocupados, sin esa urgencia por estar en otra parte que parece ser la causa de tanto stress en otros países. El trato es amable, sin ser lisonjero, con la sola excepción de los vendedores ambulantes que patrullan todo el sector de la playa, acosando a los bañistas con productos y servicios, tales como masajes, fruta, bebidas, cervezas, collares, gorros, poleras, flotadores, fotografías, tours, ceviche, mariscos, y en general casi cualquier cosa, además del arriendo de toldos y sillas. Son insistentes, persistentes, recurrentes e incluso nos avisaron que algo estafadores en algunos casos (el costo ofrecido del masaje, al final del mismo se multiplica por cada extremidad masajeada).

El mar es muy calmo y tibio. Es agradable poder bañarse en esas condiciones, y más aún si eso permite descansar de los vendedores que solo recorren la arena. Uno puede avanzar muchos metros y el agua solo sube escasos centímetros. Algunos sectores de la playa cuentan con salvavidas quienes a punta de pitazos amonestan a los bañistas más osados. En algunas ocasiones, cuando había más viento y el mar estaba un poco más picado, se podían observar las reglamentarias banderas rojas de advertencia.